7 consejos básicos de waterpolo
Veamos estos siete consejos clave de waterpolo.
Comienza nadando como un jugador de waterpolo
La posición de natación en el agua es importante porque te permite cambiar rápida y fácilmente tu apoyo en el agua con poco movimiento de la cabeza. Cuando nadas, asegúrate de estar en lo alto del agua. Al nadar, asegúráte de que haya un movimiento paralelo de 180 grados. Cuando la mano de entrada esté a punto de entrar en el agua, la mano que sale debe estar a punto de salir. Cuando la mano de entrada entra en el agua, la mano de salida sale del agua.
Esto permite un apoyo continuo. Se controla la posición de natación y las brazadas son rápidas. Si hay movimiento de cabeza hacia arriba y hacia abajo, estás nadando incorrectamente. Las brazadas deben ser uniformes por encima y por debajo del agua para que esta posición de natación funcione. Pero, una vez que el waterpolista ha de regresar a la defensa, se ha de emplear el estilo libre.
Aumenta tu entrenamiento
El waterpolo es un deporte físico. A la altura de un deporte olímpico promedio. No eres demasiado joven para empezar a pensar en ir a la sala de pesas. Sin embargo, si no tienes experiencia, ¡tómatelo con calma! Nada resulta peor que una carrera deportiva que una lesión que te haces a ti mismo por ser arrogante en el gimnasio. Haz entrenamiento de fuerza, ya que ayudará a desarrollar velocidad y resistencia. El entrenamiento de fuerza no sólo significa empujar pesas. Necesitas movimientos controlados y precisos. Cuando usas pesas en el gimnasio, emplea pesas pesadas para movimientos lentos y precisos y pesas más livianas para trabajar rápidamente los músculos.
Toma el control de la pelota
El control del balón puede marcar la diferencia entre ganar o perder. Si no puedes atrapar pases o interceptarlos, no puedes tirar a puerta. En waterpolo, solo se permite una mano sobre la pelota a la vez. Ponte a metro y medio de una pared y haz rebotar una pelota de waterpolo contra ella para practicar la captura.
Practica la estabilidad
Un consejo clave para anotar y tirar en el agua es mantener la pelota firme pero sin tensión en la parte superior del cuerpo. Mantén tu cuerpo posicionado hacia su objetivo previsto. Tu brazo debe girar hacia adelante en un movimiento estilo béisbol, asegurándote de seguir para obtener la máxima potencia y precisión. Deja que tu muñeca agregue un giro adicional para dirigir el pase o facilitar tu tiro hacia la esquina superior de la portería.
Comienza tu entrenamiento de pases
La forma más fácil y efectiva de hacer que la pelota cruce la piscina es arrojársela a un compañero de equipo. Sin embargo, lanzar la pelota no es tan fácil como parece, ya que los compañeros de equipo pueden ubicarse en el extremo opuesto de la piscina y los jugadores tienen que lanzar la pelota a una gran distancia. Practica el pase en seco con otro jugador en la piscina, y aumenta progresivamente la distancia entre ambos jugadores hasta que cada jugador alcance el final. Si no puedes practicar con otro jugador, también puedes hacer pases en seco por tu cuenta con un reboteador mecánico o incluso contra una pared. Luego, el jugador debe aumentar la distancia para maximizar su espacio de pases.
Entrena las capturas de balón
Atrapar una pelota mientras se flota en el agua es más difícil de lo que parece. En lugar de tratar de atrapar con ambas manos, hay que usar una mano para mantenerse firme en el agua. Levanta la otra mano hacia arriba y hacia un lado de la cabeza. Dale a tu compañero de equipo un objetivo al que aspirar. Cuando la pelota llegue a tu mano, tira del brazo hacia atrás como si estuvieras amortiguando el pase. Esto evita que la pelota rebote en la palma de la mano. Luego bájala hacia el agua junto a tu cuerpo para mantenerla lejos de intercepciones.
No descuides el entrenamiento del tiro a puerta
Dado que el objetivo final del juego es marcar tantos goles como sea posible durante el partido, el entrenamiento de tiro es vital para que el equipo gane. Uno de los tiros más comunes se llama tiro de rebote, en el que el jugador hace rebotar la pelota en la superficie del agua y en la portería.
Los principiantes deben practicar este movimiento en la piscina, frente a una portería sin portero, y rebotar repetidamente la pelota en el agua hasta que la pelota entre en la portería. Una vez que el jugador logra meter la pelota en la portería desprotegida, debe practicar con otro jugador que proteja la marco e intentar hacer rebotar la pelota hasta que logre anotar.
